En el deporte como en la vida, siempre intentamos esa superación a uno mismo, el miedo de no poder conseguirlo, de fallarnos a nosotros mismo nos hace muchas veces no intentarlo (correr una carrera o hablar con alguien que nos importa o ir a directo al jefe y pedirle un aumento de sueldo...)
Cuando estamos en alguna carrera, y mi compañero o yo estamos "destroyed" siempre digo: "Valiente no es el que acaba, si no el que lo ha intentado". Valiente es aquel que se ha levantado todas las mañanas a las 6 para entrenar o que después de un dia duro decide que no esta de más ir a correr una horita y dejarse a un lado al desado señor pijama y la señora cama. A veces hay que jugarsela, hay que apostar por algo que queremos aunque exita la posibilidad de que no salga bien. Y, ¿qué más dá? La vida sin riesgos es no sentir, es vivir por estar en el evento de la vida, verla pasar sin más. ¿De verdad queremos una vida lineal? o ¿queremos una vida que nos de vidilla?
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